¿Fabio Serna es otro vendehumos?
Esa fue la gran pregunta que me rondaba cuando empecé a ver sus anuncios, sus vídeos, su promesa de formación con Partner360 Academy.
Porque seamos sinceros: hoy en día hay tantos gurús sueltos por ahí que lo raro es no sospechar de todos.
Yo no soy de meterme a cualquier curso sin pensarlo dos veces, ya que vengo escarmentado de otras formaciones…
Pero con él me pico la curiosidad, no por lo que prometía o intentaba vender cuando lo conocí en un vídeo de Tengo un Plan, fue más bien la manera de hablar, la forma en la que se dirigía a la gente, me pareció real y sincero.
Aun así, como buen desconfiado, dije: voy a entrar, pero con un ojo puesto en el botón de devolución de los 7 días.
¡Y así fue!
¿Quién es este tío? Fabio Serna Martos en el radar
Antes de meterme al curso me hice mi pequeña investigación. ¿Quién es el tal Fabio Serna este…?
Pues resulta que es un tipo que lleva años metido en el mundo del marketing de afiliados y los infoproductos, y empezó haciendo webs de afiliados de amazon como yo, lo que pasa que yo me fuí por el lado oscuro y él supo pivotar a lo que daba dinero fresco…
Lo curioso es que no se presenta como un gurú. No va con el rollo de los Lamborghinis alquilados ni mansiones en Dubai.
No no no no…
Aunque el cabrón se ha pasado muchos años de nómada digital en Tailandia y ahora vive en EEUU, y lo mismo se conecta para darle una clase desde Cancún. ¡La envidia me corroe!
Más bien habla desde la experiencia, de lo que le ha funcionado y de los errores que ha cometido.
Y eso, para alguien que ya está cansado de tanto humo, ya es un punto a favor.
Un poco de su historia
La verdad es que hay poco de su vida por internet, ni en foros, ni en Instagram ni LinkedIn, ni trustpilot, aunque en X veo que también le gustan las cryto (como a mí) pero te voy a contar un poco lo que me he encontrado por el internete:
Pues Fabio es españo de pura cepa ya que nació en Madrid.
Empezó la uni, la dejó, nada raro, ¿no? Todos hemos pasado por esa etapa de “no sé qué coño quiero hacer con mi vida”.
El rollo es que su idea en ese momento era tener un curro fijo, una nómina y vivir tranquilo.
Y lo consiguió, ojo. Se metió de camarero, curró en hostelería en el Burguer King y al final pilló un puesto de oficina ganando mil eurillos al mes. Lo típico… Pero claro, se dio cuenta de que eso no era vida.
Estaba atrapado. Tenía trabajo fijo, pero ni tiempo ni pasta para hacer lo que realmente quería: viajar, moverse, vivir (esto me suena y mucho me cago en mi estampa…=)
Entonces empezó a buscar opciones. Lo primero que hizo fue dar clases particulares y seguir currando de camarero los findes. Llegó a hacer entre 1600 y 1700 al mes, pero curraba de lunes a domingo.
Más pasta, sí… pero sin vida.
Y ahí fue cuando se le encendió la bombilla. Dijo: “Aquí tiene que haber algo más”.
Se puso a investigar: Dropshipping, Trading, Marketing… de todo. Sin tener ni puta idea.
Lo leía, lo miraba, pero no acababa de pillar nada.
Hasta que un día, en una formación presencial, alguien le enseñó que podías ganar pasta creando webs y poniendo enlaces de Amazon. ¿Cómo?
Pues montas una web, por ejemplo de cafeteras, la gente entra, pincha, compra y tú te llevas tu comisión. Marketing de afiliados, colega.
Y ahí cambió todo. En plena pandemia, se le ocurrió montar una web sobre jardines y piscinas, que estaban en auge. Y en dos o tres meses, ¡pum! Casi 3000 pavos en un solo mes. Desde casa, sin jefe, sin currar domingos.
Ahí dijo: “Vale, esto sí que funciona”.
Y desde entonces no paró. Aprendió, mejoró, y acabó montando su agencia: BePartner.
Ahora vive viajando —que si Tailandia, que si Bali, que si Portugal—, y ha colaborado con peña top del mundillo del marketing de afiliados. Pero lo más importante es que vive como quiere.
No te vende la moto, te cuenta lo que le funcionó y cómo puedes aplicarlo tú.
Mi entrada con desconfianza (pero con ojo clínico)
Te juro que entré pensando que a la mínima señal de humo, cancelaba. Pero pasó algo que no esperaba: desde el principio, Fabio ofrecía mentorías en directo abiertas.
Nada de esperar semanas para una sesión en directo. Nada de hablar con un “equipo” mientras el mentor brilla por su ausencia, que también tiene su curso soporte el curso todo sea dicho.
No, aquí te metías y podías preguntarle directamente a él.
Y no es que te soltara la típica frase vacía de motivación, no.
El tipo se tomaba el tiempo de responderte, se quedaba hasta que resolvía todas las dudas. Tanto si eras novato como si ya tenías experiencia, el trato era el mismo.
Eso ya me dejó descolocado (para bien).
¿Te responde en serio? Sí, y con conocimiento
Una cosa es que te respondan, y otra que lo hagan con fundamento. Fabio no sólo responde, sino que lo hace con una seguridad que no parece aprendida de un guion.
No hay “espera que lo reviso y te digo mañana”, no hay “eso no lo sé, lo verás en el módulo 12”.
Cada duda que le solté, la resolvió al momento. Y se notaba que no era algo memorizado. Lo que me dijo tenía sentido, se veía que lo había vivido, que lo había hecho, que lo había cagado también y había aprendido.
Y eso no se finge.
¿Es de los que venden teoría reciclada?
Esta es buena.
Porque todos hemos visto ese curso que no es más que una mezcla de vídeos de otros lados y un par de ideas sueltas mal organizadas.
Aquí no.
Partner360 no va de vender humo envuelto en PowerPoints bonitos. Va de ir al grano, con herramientas reales, con procesos claros, y con ejemplos que sabes que vienen de la experiencia.
Se nota que Fabio enseña lo que practica.
No va con teorías académicas.
Lo que te enseña lo ha aplicado, lo ha puesto a prueba. Y eso hace toda la diferencia.
Puedes ver que sabe de lo que habla en este vídeo:
¿Te sientes acompañado o es otro de “te vendo y adiós”?
Te digo algo: lo que más me sorprendió fue el seguimiento.
Hay algo en la forma en que Fabio gestiona la comunidad que no se ve en otros cursos.
Aquí no eres uno más. Te escucha, te ubica, y se nota que no quiere dejar a nadie colgado.
El grupo de alumnos está vivo, no es sólo un canal de anuncios.
Hay interacción, hay apoyo, y las mentorías no son una vez al mes para hacer bulto. Son frecuentes, reales, útiles.
El se compromete contigo.
¿Lo recomendaría? Mira…
Después de un par de meses dentro, lo tengo claro: no, Fabio Serna no es otro vendehumo.
Podrá tener su estilo, que a algunos les gustará más o menos. Pero lo que ofrece lo cumple. Y más importante aún: se nota que le importa que tú también lo logres.
No es magia, no es rápido, no es fácil. Pero si haces lo que enseña, si le das caña al proceso, puedes ver resultados.
Y eso, amigo mío, en este mundo lleno de humo y promesas vacías, ya es mucho decir.
Mi opinión final sobre si Fabio Serna
Así que si estás con la duda, como estuve yo, te entiendo. Es normal sospechar.
Pero mi consejo es claro: prueba, entra, y si no te convence, te sales.
Pero si lo pruebas de verdad, si entras con ganas, lo más probable es que te quedes.
Porque no, Fabio Serna no es otro vendehumo. Es de los pocos que aún enseñan desde la trinchera, desde la práctica, y no desde una torre de marfil. Y eso, hoy en día, vale su peso en oro.
