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Pedro Buerbaum: análisis y opiniones del chaval que convirtió gofres guarros (pollofres) en billetes

agosto 14, 2025
Pedro Buerbaum la pollería pollofres opiniones

Te lo suelto así, sin filtro, como si estuviéramos en la barra del bar: si no conoces a Pedro Buerbaum, estás fuera del radar de todo lo que se cuece en el mundo del emprendimiento millennial.

Es el tipo que empezó vendiendo bañadores en Tenerife con 16 años y acabó facturando millones vendiendo gofres en forma de pene.

Sí, como lo oyes….

Y no solo eso: ahora tiene una app para invertir en startups, un club privado de capital riesgo, una bebida alcohólica con su marca, un podcast donde entrevista a políticos, una plataforma donde aprender de gente top (ver Offlesson opiniones) y una comunidad digital que le sigue como si fuera el gurú de la nueva economía.

Vamos paso a paso, que esto tiene tela… y por cierto, tengo una review sobre su nueva formación justo aquí abajo:

¿Quién y de dónde es?: un canario con hambre (y no de plátanos)

Pedro nació en 1995 en El Sauzal, un pueblito de Tenerife donde lo más emocionante probablemente eran las vistas al Teide. Desde crío ya se veía que no iba a ser uno más: a los 16 años ya estaba vendiendo bañadores online.

Quién y de dónde es pedro Buerbaum

El tío tenía claro que quería dinero y libertad, y que no iba a seguir el camino clásico de estudiar, currar 40 años y jubilarse para plantar tomates en una azotea.

Estudió Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Europea de Canarias, pero lo más valioso que aprendió no fue en clase: fue en la calle, vendiendo, arriesgando, probando.

También se fue a Londres y Los Ángeles, donde flipó con el marketing digital, el e-commerce y la creatividad sin límites.

Eso fue el inicio de su leyenda.

Pollofres en La Pollería: el negocio que se la sacó (literal)

Pedro se planta en Madrid y monta una heladería. Pero claro, en invierno no hay quien coma helado. Ahí es donde el tipo se la juega: convierte el local en una tienda de gofres con forma de pene. Lo llama La Pollería. Y lo peta.

Te hablo de colas de dos horas en Chueca, gofres con toppings que parecían obras de arte cochino, y fotos virales por todas partes. La gente no iba solo por el sabor: era por la experiencia, por el morbo, por la risa. Luego sacó también La Coñería (gofres en forma de vulva), y completó el pack.

En su punto más alto, La Pollería facturaba entre 4,5 y 5 millones de euros al año. Abrió en Barcelona, Valencia, Sevilla, incluso en Londres. Y todo con un modelo basado en la provocación, el branding loco y las redes sociales.

Lo que se desprende de sus redes Instagram, YouTube, TikTok, LinkedIn

Mientras se forraba con gofrespollas, Pedro crecía como figura pública.

Hoy tiene más de 900.000 seguidores en Instagram, cientos de miles en TikTok y un canal de YouTube que rebasa los 476.000 suscriptores.

No es que suba vídeos “bonitos”, es que su contenido es diferente, descarado, útil y cabrón.

Te habla de negocios, pero también te dice que trabajar 8 horas es de pringados. Te explica cómo ahorrar, pero te recuerda que si vives amargado no sirve de nada tener pasta.

Según los portales de métricas, el dueño de la pollería se mete entre 25.000 y 35.000 dólares al mes solo con sus redes.

Haz cuentas: más de 400.000 dólares al año sin contar lo que factura con sus empresas. Esto ya no va de postureo, esto es marca personal como un misil balístico.

WORLDCAST: el podcast que incomoda a medio país

Aquí es donde el dueño de Pollofre lo rompe del todo: lanza WORLDCA$T, su podcast/videopodcast en YouTube.

El tipo no entrevista a influencers de TikTok bailando: mete a políticos como Feijóo, Abascal, Alvise, y les lanza preguntas sin anestesia. T

ambién han pasado Omar Montes, gente de OnlyFans, creadores de apps, y hasta terraplanistas.

Un episodio lo grabó con Alejandro Cao de Benós, el representante de Corea del Norte en España, y fue tan raro que acabaron echándose mierda mutuamente. Pedro no tuvo pelos en la lengua y Cao lo acusó de usar ChatGPT para improvisar las preguntas.

¿El resultado? Viralidad pura.

Opiniones de Blast y Akka: meter a la peña en el juego del capital

Aquí es donde el creador de la pollería se pasa de “chico de los gofres” a “broker de las masas”. Lanza dos proyectos que son una locura:

  • Blast: una app para invertir en startups desde 1.000 €. Como si pudieras meterle pasta a un nuevo Uber antes de que lo pete.
  • Akka: un club privado de inversión en el que puedes meter 300 € en proyectos seleccionados por cracks del sector. Entre los socios hay nombres gordos, y el objetivo es claro: democratizar la inversión.

La idea es que cualquier chaval de barrio pueda meter dinero en empresas que antes estaban solo al alcance de los ricos. Y sí, Pedro invierte en algunas, asesora en otras y se lleva su trozo del pastel.

Resumen Opiniones sobre Akka, Pedro Buerbaum y la inversión en startups en Forocoches

La comunidad de inversores en startups dentro de ForoCoches presenta un abanico muy variado de opiniones respecto a Akka (anteriormente Blast), el club de inversión impulsado por Pedro Buerbaum.

Estas se pueden agrupar en tres grandes bloques: los defensores del modelo, los escépticos y los analistas técnicos.

1. Opiniones positivas: confianza, comunidad y accesibilidad

Los usuarios más favorables destacan:

  • Accesibilidad a la inversión: Akka permite entrar en startups desde 500 €, algo muy valorado frente a otras plataformas donde los tickets mínimos rondan los 10.000 €.
  • Comunidad activa: El club funciona como una comunidad donde se debate cada oportunidad, hay interacción directa con fundadores y se organizan quedadas y networking.
  • Percepción de transparencia: Se valora positivamente que Akka presente sólo 1 startup tras analizar entre 150-200 opciones.
  • Confianza en Pedro Buerbaum: Algunos miembros destacan que lo conocieron en persona y les transmitió autenticidad. Valoran su enfoque cercano, el hecho de que invierta también en startups desde dentro del club, y que no sea un “vendehumos”.

2. Críticas: comisiones elevadas y falta de experiencia

Los más críticos señalan:

  • Altas comisiones: Un 5% de comisión por operación (o 3% con membresía más cara) y un 20% sobre los beneficios. Se perciben como excesivas comparado con otras plataformas más asentadas (como Segofinance o Capital Cell).
  • Coste de membresía elevado: Desde 450 € hasta más de 1.000 € anuales, lo cual puede restar rentabilidad si no se invierte una suma considerable.
  • Dudas sobre el expertise: Algunos desconfían de que Pedro Buerbaum, más conocido por negocios virales como la pollería, sea la mejor figura para liderar inversiones en startups tecnológicas o científicas.
  • Preocupación por la regulación: Aunque Akka asegura estar regulada por la CNMV, algunos usuarios instan a confirmar este punto de forma directa.

3. Opiniones técnicas y advertencias

Inversores más experimentados advierten sobre:

  • Naturaleza del capital riesgo: Invertir en startups es muy arriesgado y no es apto para todo el mundo. La mayoría de estas empresas no prosperan.
  • Sesgo de supervivencia y marketing emocional: Se recomienda no dejarse llevar por promesas de «x10» o «x100», y tener cuidado con quienes venden ilusión sin resultados demostrados.
  • Mejores alternativas para inversores serios: Muchos prefieren plataformas reguladas con más historia o directamente invertir a través de fondos, aceleradoras (como Seedrocket o Lanzadera), o family offices.

En resumen, Akka tiene seguidores fieles que valoran su propuesta innovadora y cercana, pero también genera desconfianza entre inversores con más experiencia, principalmente por el coste, el perfil mediático de su creador y la rentabilidad incierta en un mercado tan volátil como el de las startups.

Flava: su bebida alcohólica para la generación del postureo

¿Pensabas que se iba a quedar ahí? Pues no.

Pedro lanza su propia bebida alcohólica: Flava. Tiene gas, sabor suave, 5 % de alcohol, baja en calorías, y una imagen de marca que grita “TikTok, bébeme”.

El tío la anuncia en su propio contenido y la vende como si fuera agua bendita en un festival.

Ya está en tiendas, y aunque no tiene el recorrido de La Pollería, apunta maneras.

Tiene pinta de que va a llegar a clubs, festivales y terrazas de playa este mismo verano.

Su estilo de vida: tres horas de curro y el resto a vivir

Pedro dice que trabaja solo 3 horas al día. (me gusta)

El resto del tiempo se dedica a leer, delegar, entrenar, pasear, grabar contenido… pero no vive para trabajar. El mensaje que lanza es claro: ser productivo no es estar ocupado, es tener control sobre tu tiempo.

Muchos le critican por vender una imagen irreal. Pero los números están ahí. El tío vive bien, factura, viaja, crea y está más relajado que muchos que viven esclavos del Excel.

Vida personal, padres, familia, pareja y todo ese misterio

Aquí entra la parte “oculta” de Pedro.

Sabemos que es hijo de comerciantes, que su padre tenía una tienda de plantas, pero poco más. De su pareja no hay rastro claro.

Tampoco se sabe su altura exacta ni su peso, y no presume de lujos personales en redes (nada de Ferraris ni mansiones, más allá de alguna escapada a República Dominicana).

En 2024 se mudó a vivir a Dominicana, buscando “mayor libertad personal y fiscal”, y desde allí sigue gestionando sus negocios, y puedes encontrártelo desnudo por la playa (es bromaaaaa….)

Hacienda, polémicas y el anti-sistema elegante

La que lió fue en 2024, cuando dijo que la Agencia Tributaria era un “socio parásito” y que pagaba impuestos a un “medio mafiosete”. Se armó la gorda: trending topic, tertulianos atacándole, titulares por todas partes.

Pero también generó un ejército de fans que lo vieron como una voz contra el sistema. Al final, Pedro hace lo que siempre ha hecho: provocar, agitar y monetizar.

Su formación OffLesson: enseñar sin ser un vendehúmos

Además, lanzó su propia plataforma educativa: OffLesson, donde enseña sobre marca personal, finanzas, negocios… pero sin postureos ni promesas falsas.

No es el típico curso de “hazte rico desde tu sofá”. Aquí hay contenido real, entrevistas, herramientas. La idea es ayudar a chavales a pillar dirección sin pasar por el embudo universitario tradicional.

¿Cuál es el patrimonio real de Pedro Buerbaum?

Ahora, si hablamos de pasta, la cifra exacta del patrimonio de Pedro Buerbaum sigue siendo un misterio, pero con lo que sabemos, se puede hacer una estimación bastante sólida.

Entre La Pollería, su presencia en redes, ingresos por contenido, inversiones con Blast y Akka, su bebida Flava, y las formaciones de OffLesson, no es descabellado pensar que Pedro se esté moviendo ya en el rango de los 3 a 5 millones de euros en patrimonio neto.

Sus empresas han facturado millones, y aunque no todo eso va a su bolsillo, sí ha diversificado sus fuentes de ingreso como un auténtico pro: productos, servicios, inversión, contenido, publicidad y capital riesgo.

Eso sí, lo interesante es que no presume: no verás a Pedro enseñando cochazos ni relojes de 50K.

Su estilo es más de minimalista millonario, centrado en la libertad, la estrategia y el impacto. Pero que no lo enseñe, no significa que no lo tenga.

El cabrón vive cómodo, y lo sabe.

¿Y ahora qué? Lo que viene con Pedro

Pedro no parece que vaya a parar. Todo apunta a que Flava va a escalar, Akka y Blast seguirán creciendo, y su contenido en redes se volverá más global. Hay rumores de nuevos negocios, nuevas entrevistas, nuevas formas de meter ruido con elegancia.

Entonces: ¿por qué te debería formarme con este tío?

Porque no solo es rico, es relevante.

Porque ha creado un modelo de negocio desde lo underground.

Porque ha sabido surfear la ola digital como pocos. Porque está enseñando a una generación que no hace falta tener una oficina, ni traje, ni jefes, para petarlo.

Y sobre todo, porque con sus luces y sombras, Pedro Buerbaum representa una nueva forma de hacer las cosas.

Autor

  • Acabé tan cansado de estudiar en la uni que dije que nunca jamás (por escoger algo que no me llenaba). Pues bien casi 20 años después aún sigo formándome (por que me flipa). Aprendiz de marketer desde el 2016 he hecho muchos cursos de marketing digital y por eso creo que puedo ayudarte a encontrar los mejores formadores. Lo de mantequilla ya te lo contaré...