
¿De verdad se puede cambiar de trabajo a los 40?
Cambiar de trabajo a los 40 años puede parecer una locura… hasta que te das cuenta de que seguir en el mismo sitio, sin pasión ni motivación, es aún peor.
A los 40 muchos llevamos una mochila cargada: familia, hipoteca, una carrera profesional que nos ha definido por años… Pero también es la edad en la que empiezas a cuestionarte muchas cosas. ¿Es esto lo que quiero para el resto de mi vida? ¿De verdad vine aquí solo para sobrevivir de lunes a viernes?
La buena noticia es que no estás solo. Cada vez más personas están optando por reinventarse profesionalmente a los 40. La mala noticia es que no es fácil… pero sí posible. Y si sigues leyendo, te cuento cómo lo hice yo y cómo puedes hacerlo tú también.
Las señales que te avisan: “Este trabajo ya no es para mí”
Hay señales que tu cuerpo y tu mente te envían mucho antes de que tomes acción. En mi caso, todo empezó en el año 2016. Mi cabeza comenzó a gritarme que no quería seguir en la oficina del Registro de la Propiedad donde trabajaba. Era como si cada día me empujara un poco más a buscar otra cosa.
Eso que llaman “zona de confort”, para mí ya era “zona de ansiedad”.
Y si te estás preguntando si eso es una locura, créeme que no. Lo verdaderamente loco es ignorarlo durante años.
Algunas señales que pueden alertarte:
- Te sientes agotado incluso antes de comenzar el día.
- Te cuesta concentrarte, no te ilusiona lo que haces.
- Sientes que estás desperdiciando tu tiempo y tu talento.
- Empiezas a soñar con otra vida, pero no sabes por dónde empezar.
Esas señales no son casualidad. Son tu interior pidiéndote un cambio.
Miedos reales y cómo enfrentarlos: dinero, familia, incertidumbre
Hablar de cambiar de trabajo a los 40 sin hablar de miedo es como hablar del mar sin mencionar el agua.
El miedo aparece disfrazado de sentido común:
👉 “Ya es muy tarde para empezar de cero.”
👉 “Tengo una hija, no puedo arriesgarme.”
👉 “¿Y si no funciona y pierdo todo lo que he construido?”
Lo viví en carne propia. En 2019, cuando ya estaba generando entre 1.000 y 1.500 € al mes con mis proyectos online, nació mi hija. Y con ella, también llegaron nuevas prioridades.
Miedo no me faltó, de hecho me cagué encima, por lo que seguí compaginando ambos trabajos porque quería avanzar sin quemar puentes.
El secreto no es eliminar el miedo, sino avanzar a pesar de él, saber adaptarte... Formarte, planificar y sobre todo, tomar acción. Nada calma tanto la incertidumbre como pasar del pensamiento a la ejecución.

Tengo 40 años y no se a que dedicarme. La clave está en formarte para encontrar tu nueva vocación
Nadie puede reinventarse sin antes invertir en sí mismo. Esa fue mi experiencia.
Cuando decidí explorar nuevas opciones, encontré el Marketing Digital. Empecé desde cero: hice un máster en E-commerce y Marketing Digital, y luego me formé en SEO con Romuald Fons. Esa formación me dio las herramientas, pero sobre todo la confianza de que podía hacerlo.
Cambiar de trabajo no es solo dejar uno viejo: es construir uno nuevo. Y eso comienza con formarte en algo que te motive y que tenga salida real.
No necesitas volver a la universidad. Hoy hay formaciones prácticas, online y orientadas al resultado, que te preparan mejor que muchos títulos clásicos.
Cambiar de trabajo después de muchos años. El mundo digital como opción real (y cómo empezar desde cero)
Internet no es solo redes sociales y vídeos de gatitos. Es una oportunidad gigantesca para generar ingresos y vivir de tus conocimientos o intereses.
Yo empecé generando mis primeros ingresos online con afiliación. No necesitaba tener un producto propio, solo aprender a posicionar contenido y ofrecer productos que ya existían.
¿Es fácil? No.
¿Es posible? Sí.
¿Vale la pena? Totalmente.
Y si me preguntas hoy cuál es la mejor forma de cambiar de trabajo, te diré lo que aprendí por experiencia:
«No busques otro trabajo. Aprende a ganar dinero online con tus propios proyectos.»
La libertad que te da no tiene precio. No tienes jefes. Puedes trabajar desde donde quieras. Tienes el control… y también la responsabilidad. Pero eso, créeme, es parte del encanto.
Mi plan de escape para cambiar de vida a los 40: cómo pasé del Registro de la Propiedad al Marketing Digital
Yo no me lancé de golpe. A diferencia de muchas historias que venden el “renuncia y sigue tus sueños”, mi camino fue más estratégico.
Mientras trabajaba en el Registro, en mis ratos libres me formaba y aplicaba lo aprendido. Por las noches y fines de semana construía mis proyectos. Durante mucho tiempo compaginé ambos mundos.
Hasta que llegó un punto en que decidí pedir una excedencia por cuidado de hijos (ahora tengo 2). No me fui del todo, pero me di el espacio para dedicarme al 100% a mis proyectos digitales.
Hoy me dedico al Marketing Digital, con margen de maniobra, con más tiempo para mí, y sabiendo que la última bala la tengo guardada, por si algún día quiero volver. Pero te confieso algo: cada vez la quiero usar menos.
Cómo compaginar dos trabajos sin volverte loco (y sobrevivir a la ansiedad)
No te voy a mentir: tener dos trabajos es duro. Pero si sabes que es temporal y que te está acercando a tu objetivo, lo aguantas mejor.
Hubo momentos en los que mi ansiedad se disparó. Una presión en el pecho constante, hasta tuve que ir al médico. Me recetaron pastillas… que solo tomé un día. Porque yo siempre he cuidado mucho mi alimentación y hago bastante deporte, y eso fue clave para empezar a mejorar.
También encontré calma mental en el libro «Vivir por amor o morir por miedo», que me ayudó a reordenar pensamientos y entender que lo peor no era fallar, sino no intentarlo nunca.
Por qué no hace falta “tirarse a la piscina” y dejarlo todo de golpe
A veces pensamos que cambiar de trabajo implica renunciar mañana y lanzarnos al vacío. No tiene por qué ser así.
Yo lo hice con estrategia, con red de seguridad. Fui generando ingresos paralelos, hice pruebas, me formé, busqué mentores, y cuando vi que tenía tracción… pedí la excedencia.
No necesitas quemar tus naves. Necesitas construir un puente.
Y cuanto antes empieces a construir ese puente, más rápido cruzarás.
¿Qué oficio aprender a los 40?. Ingresos online y libertad
Una de las formas más accesibles y realistas para empezar en el mundo online es la afiliación. Consiste en recomendar productos de terceros y ganar una comisión por cada venta.
No necesitas producto propio, solo saber posicionar contenido, crear confianza y guiar a la persona hacia la compra.
Yo me formé con Romuald Fons, y actualmente continúo mi crecimiento con Partner360 Academy, una formación que me está dando estructura, comunidad y nuevas herramientas para seguir avanzando.
Es un camino que exige trabajo, pero que puede cambiar tu vida.
Consejos prácticos si estás pensando en dar el paso a los 40
Aquí te dejo algunos consejos que me hubiese gustado saber cuando empecé:
- Empieza ya, aunque sea con 30 minutos al día.
- Fórmate con gente que tenga resultados reales.
- Crea una fuente de ingresos online antes de dejar tu trabajo.
- Apóyate en tu entorno, pero no esperes que todos te entiendan.
- Cuida tu salud mental y física. El proceso puede ser estresante.
- Haz un plan financiero. Reduce gastos innecesarios, crea un colchón.
- Permítete dudar, pero no permitas quedarte quieto.
Cambiar de trabajo no es locura, es evolución
Sé lo frustrante que es sentir que la vida que deseas siempre está fuera de tu alcance. Yo también lo viví. Quería tener tiempo para viajar, libertad, estar con mi familia, con mis amigos, disfrutar de mis hobbies.
Con los años aprendí algo valioso: al principio creemos que la vida profesional es lo más importante. Pero luego descubres que lo más valioso son las relaciones, tu familia, poder cuidarte y tener tiempo de calidad.
He aprendido que lo más importante es tener un cuerpo fuerte, una mente tranquila y una casa llena de amor.
Y todo eso lo estoy consiguiendo gracias a haberme atrevido a cambiar. Gracias a formarme. Gracias a apostar por mí. Gracias a no conformarme.
- Cambiar de trabajo a los 40 no es una locura.
- Es un acto de amor propio.
- Es una declaración de principios.
- Y puede ser el mejor regalo que te hagas en la vida.